jueves, 26 de febrero de 2015

La ciudad siempre despierta

Hablan las voces atemporales
de la ciudad siempre despierta,
pero a esta hora por las calles
no hay ni una puerta abierta.

Pasea por la acera algún transeúnte
absorto en sí mismo
por el camino que atisbo
con caminar cansado y constante.

Los edificios impasibles,
fríos y silenciosos,
forjados en cemento firme,
hacen resonar motores y pasos.

Al escribir nocturno nadie consigue verme
en esta (como otras) ciudad que nunca duerme.
Mas sí que sueñan sus gentes reales pesadillas de dolor.
Ven esta sociedad inerte y sueñan una ciudad mejor.

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